El portavoz del PP en Atarfe, Antonio Díaz, trata de confundir a los vecinos y vecinas del municipio con la polémica surgida por el futuro del polvorín situado en Sierra Elvira después de que el alcalde, Paco Rodríguez Quesada, solicitara información a la Subdelegación del Gobierno en Granada ante la posibilidad de que los terrenos del Ministerio de Defensa pudieran albergar un centro de internamiento de inmigrantes.
Leemos en su comunicado de prensa que el portavoz del PP de Atarfe, molesto con la carta que el alcalde envío al Subdelegado de Gobierno en Granada -máximo representante del Gobierno del PP en la provincia-, dice estar sorprendido por la negativa del alcalde a acoger «inmigrantes refugiados», decisión que -según él- “contrasta” con la iniciativa que promovió Por Atarfe Sí (PASI) de declarar nuestro municipio como lugar de acogida.
Nada más lejos de la realidad. Cualquiera diría que Antonio Díaz sale en defensa de los «inmigrantes refugiados»(sic) y que nuestro grupo es partidario de instalar alambradas con concertinas en el perímetro de Atarfe para que no accedan las personas de otros países.
Se trata de un intento más de enfangar la gestión del gobierno de Atarfe [Los vecinos que alberguen dudas puedan consultar la noticia que se publicó en la web del Ayuntamiento].
No nos preocupa tanto la llegada de inmigrantes -de forma ordenada y coordinada con el resto de administraciones- como que se convierta un espacio militar en desuso en centro de reclusión de personas llegadas de otros países, donde se retiene a los inmigrantes a la espera de tramitar su expulsión.
Nuestro grupo municipal lo que desea -y así lo solicitaremos formalmente al Gobierno central después de varias gestiones realizadas- es obtener la cesión del antiguo polvorín, cuyos terrenos e instalaciones pertenecen al Ministerio de Defensa, para destinarlo a proyectos culturales y de empleo. Para ello esperamos contar con el apoyo del resto de grupos políticos, incluido el grupo popular.
Aprovechamos también para informar que efectivamente la Subdelegación de Gobierno, en una escueta nota con fecha del 11 de septiembre que se puede leer en la web del Ayuntamiento, responde al alcalde que «no consta comunicación oficial procedente de ningún ministerio» en relación a la posibilidad de convertir el polvorín en un centro de internamiento.
Que no conste de forma oficial gestión alguna no significa que esté descartado.
Sr. Díaz, nuestra preocupación surge cuando leemos una noticia que reproduce un correo del Estado Mayor del Ejército aparecido en La Tribuna del País Vasco, del que se hacen eco a su vez otros medios de comunicación, y que incluismos a continuación, donde figura el polvorín de Atarfe como uno de los lugares que se han visitado por ser un «recinto militar que podría albergar inmigrantes».
Conocemos perfectamente en qué estado se encuentran las instalaciones del polvorín porque recientemente cursamos visita con la idea de que dicho espacio pudiera albergar en un futuro proyectos de empleo y otros relacionados con la cultura y el turismo. Así se lo hicimos saber al subdelegado de Defensa en Granada.
Y efectivamente nos adherimos en su momento -en el pleno de septiembre de 2015- a la Red de Municipios Refugio y aprobamos una declaración institucional de apoyo de los refugiados, protagonistas en aquellos días de una de las peores crisis humanitarias como consecuencia de la guerra de Siria. Ya entonces estaba muy claro cuál era el cupo de acogida que permitía Europa y también se conocía que en el mejor de los casos sólo podrían venir dos familias de refugiados a Atarfe dadas las restricciones de entrada que tiene establecidas el Gobierno central. Una lástima que no se haya cumplido la previsión puesto que al menos dos vecinos de Atarfe manifestaron en su momento su deseo de acoger en sus casas a familias sirias.
Por tanto, no confundan mezclando el término «inmigrantes refugiados» de forma interesada. Le aclaramos que los refugiados tienen derecho a pedir asilo siempre y cuando demuestren que provienen de un país en conflicto donde las circunstancias le obligan a huir de su tierra. Los migrantes que llegan al país por motivos económicos son los que ustedes recluyen en centro de internamiento a la espera de su expulsión.
Nuestra postura no ha variado. No estamos en contra de que lleguen refugiados o inmigrantes de forma ordenada y en coordinación con otras administraciones, pero apostamos por un modelo de integración distinto al de los centros de reclusión de inmigrantes, donde las condiciones no siempre son las más adecuadas. Véase la llamada de atención del Parlamento Europeo.
La integración de inmigrantes y refugiados depende en gran medida de que se le proporcionen herramientas de aprendizaje eficaces, que cuenten con la solidaridad y ayuda de las instituciones y de los propios vecinos, que haya una estrategia para fomentar su integración social, educativa y económica. Ésta debe ser la línea de trabajo pero, lamentablemente, nada de eso ocurre con los centros de internamiento de inmigrantes.
Señores del PP, los que permiten que haya concertinas en las alambradas, lesionando gravemente a los inmigrantes, son de su partido; y los que incumplen el compromiso de cupo de acogida de refugiados son también de su partido. De los 17.387 refugiados que España se comprometió a acoger en 2015, sólo han llegado 1.212, según un informe de Oxfam que se publicó a finales de marzo de 2017.
Se confunden si creen que rechazamos al ‘otro’ culpabilizándole, de forma injusta, de los males que padecen los artarfeños, del desempleo o del deterioro de los servicios que se prestan a los vecinos y vecinas de Atarfe. Sería demasiado mezquino por nuestra parte.
[Imagen del polvorín de Ahora Granada]